3/21/2010

Ruíz Ricardo, El hombre crepuscular, Ed. Devenir, Madrid, 2009

Ricardo Ruíz es escritor escorado coloquialmente a la poesía, a la crítica y se encuentra profundamente arraigado a lo que es la generación del 63, lo cual es decir mucho y suficiente. La generación de los nacidos en el 63 son la generación de la des – identidad, así los denominé; y la generación del abismo, también; o aquellos que nunca llegarán a nada, vivamente.

La generación de la des – identidad

Estos poetas del año 63 han nacido sin norte, sin mundo, como Ulises después de salir de Ítaca; de ahí, que sólo conozcan el mar y su horizonte y yerren por el mundo a la búsqueda perpetua de una Ítaca de la que ni siquiera tienen el recuerdo inconsciente pero que les pertenece. He ahí su des – identidad; sea así que busquen todos los abismos y no se decidan por ninguno; concluyan aquí, y, perdidos, nunca lleguen a nada. Quizá a un verso aislado.

Buscando desesperadamente a…

La literatura, pero la poesía en particular, les ha servido como territorio de búsqueda, les ha ayudado como mapa de orientación. Así, nuestro autor, se ha enfrentado a la nostalgia, a la propia piel y a la mismísima literatura, en sus anteriores poemarios, y ha tratado de que cada verso pudiera transmutarlo en un hallazgo para componer su propia carne, su brillante piel.

Poesía y cine

En su último libro, El hombre crepuscular, aúna a la una poesía y cine, el mejor lugar para el amor, y un nuevo territorio que se inaugura para esa búsqueda ampliativa de la identidad, que acabará, definitivamente, en el poema La Isla, territorio de abismos, donde el autor se atreve a lanzar su esperanza de felicidad, pero para más allá.

Lo primero que llama a la curiosidad en el poemario es el lenguaje, que se transforma prácticamente en planos cinematográficos, que, a pesar de servir para que detengan la vida en su instante, la deja fluir hacia la Isla, donde quizá o no, halle nuestro autor su felicidad.

La segunda curiosidad la hallamos cuando los poemas que leemos se entreveran con textos narrativos pero poéticos, diálogos muy cinematográficos, aforismos variados. Una mescolanza de identidades de géneros cinematográficos que nos dotarán si no de identidad sí de un guión.

Oclusión

En este libro, El hombre crepuscular, se dan cita metáforas fundamentales como pistoleros sanhe, metáforas que Ricardo se arranca a girones de su vida contenida, como cigarrillos bogart, y las dispone en los poemas; y alegorías de hombre que se condena a la des – identidad, por supuesto, para bien de un destino feliz, rodeado de abismos y botellas de güisqui bukoski.

Buen escenario para iniciar la reflexión.

No comments: